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Acrílico sobre lienzo redondo de 80 cm de diámetro.

En el mundo del arte contemporáneo, la pintora Charlotte Pivard destaca aquí por su excepcional talento para reinterpretar obras clásicas con una perspectiva moderna y visionaria. Esta pintura es una de sus creaciones más notables, un enigmático lienzo que representa a una mujer flotando entre nenúfares, vista desde abajo. Esta cautivadora obra nos recuerda al famoso cuadro prerrafaelita "Ofelia" de John Everett Millais, pero va mucho más allá de la simple reproducción al ofrecer una alegoría poética del renacimiento.

El cuadro de Charlotte Pivard nos transporta a un mundo onírico donde una mujer descansa delicadamente sobre un cuerpo de agua, rodeada de nenúfares. La perspectiva inusual de una vista desde abajo crea un efecto hipnótico, invitando al espectador a profundizar en el sueño del artista. Los nenúfares, con sus delicadas hojas flotando en el agua, evocan una atmósfera dinámica.

La reinterpretación de "Ophélie" de Millais es un homenaje a la belleza y la fragilidad de la naturaleza, al tiempo que se adapta a un contexto moderno. La obra de Charlotte Pivard nos invita a meditar sobre el concepto de dejarse llevar, de dejarse llevar por el fluir de la vida, así como Ophélie se deja llevar por las aguas del río. Se trata de una alegoría poética que recuerda al espectador que a veces es necesario dejarse llevar por la vida, abandonarse a sus caprichos y contemplar la belleza que nos rodea.

El uso de nenúfares en esta pintura hace referencia a una antigua tradición artística, particularmente de la época impresionista. Los nenúfares se representaban con frecuencia en las pinturas de Monet, especialmente en su serie de pinturas de su estanque en Giverny. Estas imágenes de nenúfares reflejaban una fascinación por la naturaleza y sus reflejos en el agua, preocupación compartida por muchos artistas de la época.

Este cuadro de Charlotte Pivard es mucho más que una simple reinterpretación artística. Es un mensaje contemporáneo sobre la necesidad de encontrar la paz interior, contemplar la belleza del mundo que nos rodea y rendirse a la magia de la vida. Es una obra que resuena con la historia del arte, al tiempo que abre nuevas perspectivas sobre el mundo que nos rodea y sobre nuestra propia existencia. Charlotte Pivard nos recuerda que el arte puede ser un espejo de nuestra alma, inspirándonos a maravillarnos ante el esplendor del universo que nos rodea.

Esta obra única está pintada sobre un marco redondo, está lista para colgar.

Ofelia regresa a la superficie

2.000,00 €Precio
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